Ella siempre tan bonita, con o sin sombrero. Cuando la ves de lejos jurarías que su melena es bien morada, pero a medida que te le vas acercando, cuando les vas a elogiar el color tan curioso, se gira y descubres que tan solo era una trampa para cautivarte i llevarte a ella.
A mi los sombreros no me quedan tan bien como a Montserrat, pero si ella ya lo lleva puesto desempolvaré mi vieja gorra de lana, esa que me regaló ella misma el invierno del 83 en la cima de Sant Dimas, y me la pondré tan sólo para podermela quitar saludándola cada vez que pase por su lado.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada